Para muchos de vosotros el 2 de enero, será un día como otro cualquiera, bueno tal vez sea un día un poco más puñetero de lo habitual para aquellos que os incorporais al trabajo después de estos pasados día de fiesta, sin embargo para mí es mucho más que eso.
Hay 2 motivos por los que este día es un día especial. El primero de ellos, es que hoy es el cumpleaños de mi hermana, (¡FELICIDADES SISTER!) que hoy cumple nada más y nada menos que la friolera de 28 añazos. ¡Qué vértigo! Ya está más cerca cerca de los 30 que de los 20, lo que significa que... ¡yo también!
Pero no nos desviemos del tema. Es su cumpleaños y como cada año hemos ido a comer los 4 juntos (mis padres, mi hermana y yo), simulando ser una familia normal y corriente, lo cual creo que hemos logrado. Después, la tarta habitual ha sido sustituida por un riquísimo roscón de reyes y para completar un día en familia hemos pasado la tarde viendo La Sirenita 1 y 2, también como una gran familia. Un bonito día.
El segundo motivo, que hace del 2 de enero un día diferente se debe a algo que pasó hace un año. Como me hartaré de repetir conforme avance el blog, a día de hoy mi vida no tiene nada que ver con lo que era hace un año. Hace un año estaba preparando el MIR; mi vida giraba en torno a un examen que por múltiples motivos me cambiaría la vida. Hace un año el proyecto de vida en comun que tenía con el que durante casi 4 años había sido mi mejor amigo se tambaleaba. Hace un año me debatía entre la razón y el corazón; entre Pamplona y Madrid; entre lo que yo quería y lo que los demás creían que era lo mejor... Pero exactamente el 2 de enero del 2006, todas aquellas dudas, aquel debate interno, aquellas inquietudes, desaparecieron.
Había soñado muchas veces con ese momento. El lugar no lo tenía claro, pero el restaurante de lujo parecía la opción más interesante. Sería una velada romántica; hablaríamos de cosas banales, me abrumaría a halagos acerca de lo incleiblemente guapa que estaría, y con los postres comenzaría a decirme lo feliz que era a mi lado, lo maravillosa que era su vida desde que me conoció y cursilerías de esas que me derriten; de pronto, se pondría de rodillas, sacaría una cajita de su bolsillo, la abriría lentamente dejando entrever un pequeño solitario ( pequeño, porque mis manos son minúsculas) y mientras mi corazón latiese a dos mil por hora, me pediría que me casase con él. Sí, así había soñado que sería mi pedida.
Pues bien, el pasado 2 de enero mi sueño se hizo realidad. El sitio no era el elegido, pero como no lo tenía muy claro, tampoco importó. Los detalles de cómo fue el momento, prefiero guardármelos para mí, pero reconozco que superaron con creces mis fantasías. Y el anillo... el anillo era el perfecto. Si yo hubiera tenido que elegirlo, habría elegido ese, sin ninguna duda.
Desgraciadamente las cosas no salieron bien y aquel enlace nunca llegó a celebrarse. Pero por un día ( bueno y los días posteriores a aquel día) fui la persona más feliz del mundo. Hoy recuerdo ese día con nostalgia; cuando dejo volar mi imaginación y me encuentro oyendo de nuevo esas palabras , se me hace un nudo en el estómago; cuando vuelvo a colocar ese anillo en mi dedo... duele, duele mucho ( metafóricamente, por supuesto).
Han pasado 365 días desde entonces y entre medias también han pasado muchas cosas. Mi vida ha cambiado mucho, yo he cambiado mucho, pero sin duda , el día 2 de enero nunca volverá a ser un día cualquiera del calendario.
Hay 2 motivos por los que este día es un día especial. El primero de ellos, es que hoy es el cumpleaños de mi hermana, (¡FELICIDADES SISTER!) que hoy cumple nada más y nada menos que la friolera de 28 añazos. ¡Qué vértigo! Ya está más cerca cerca de los 30 que de los 20, lo que significa que... ¡yo también!
Pero no nos desviemos del tema. Es su cumpleaños y como cada año hemos ido a comer los 4 juntos (mis padres, mi hermana y yo), simulando ser una familia normal y corriente, lo cual creo que hemos logrado. Después, la tarta habitual ha sido sustituida por un riquísimo roscón de reyes y para completar un día en familia hemos pasado la tarde viendo La Sirenita 1 y 2, también como una gran familia. Un bonito día.
El segundo motivo, que hace del 2 de enero un día diferente se debe a algo que pasó hace un año. Como me hartaré de repetir conforme avance el blog, a día de hoy mi vida no tiene nada que ver con lo que era hace un año. Hace un año estaba preparando el MIR; mi vida giraba en torno a un examen que por múltiples motivos me cambiaría la vida. Hace un año el proyecto de vida en comun que tenía con el que durante casi 4 años había sido mi mejor amigo se tambaleaba. Hace un año me debatía entre la razón y el corazón; entre Pamplona y Madrid; entre lo que yo quería y lo que los demás creían que era lo mejor... Pero exactamente el 2 de enero del 2006, todas aquellas dudas, aquel debate interno, aquellas inquietudes, desaparecieron.
Había soñado muchas veces con ese momento. El lugar no lo tenía claro, pero el restaurante de lujo parecía la opción más interesante. Sería una velada romántica; hablaríamos de cosas banales, me abrumaría a halagos acerca de lo incleiblemente guapa que estaría, y con los postres comenzaría a decirme lo feliz que era a mi lado, lo maravillosa que era su vida desde que me conoció y cursilerías de esas que me derriten; de pronto, se pondría de rodillas, sacaría una cajita de su bolsillo, la abriría lentamente dejando entrever un pequeño solitario ( pequeño, porque mis manos son minúsculas) y mientras mi corazón latiese a dos mil por hora, me pediría que me casase con él. Sí, así había soñado que sería mi pedida.
Pues bien, el pasado 2 de enero mi sueño se hizo realidad. El sitio no era el elegido, pero como no lo tenía muy claro, tampoco importó. Los detalles de cómo fue el momento, prefiero guardármelos para mí, pero reconozco que superaron con creces mis fantasías. Y el anillo... el anillo era el perfecto. Si yo hubiera tenido que elegirlo, habría elegido ese, sin ninguna duda.
Desgraciadamente las cosas no salieron bien y aquel enlace nunca llegó a celebrarse. Pero por un día ( bueno y los días posteriores a aquel día) fui la persona más feliz del mundo. Hoy recuerdo ese día con nostalgia; cuando dejo volar mi imaginación y me encuentro oyendo de nuevo esas palabras , se me hace un nudo en el estómago; cuando vuelvo a colocar ese anillo en mi dedo... duele, duele mucho ( metafóricamente, por supuesto).
Han pasado 365 días desde entonces y entre medias también han pasado muchas cosas. Mi vida ha cambiado mucho, yo he cambiado mucho, pero sin duda , el día 2 de enero nunca volverá a ser un día cualquiera del calendario.
6 comentarios:
bueno, pos me alegro q aunq la cosa luego no saliera adelante tengas ese wen recuerdo. Lo malo es q te han dejao el listón tan alto, q en el futuro se lo van a tener q currar un montón xa q les digas q sí :-)
Q tengas un feliz año!!!
She wears my ring to show the world that she belongs to me
She wears my ring to show the world she’s mine eternally
With loving care I placed it on her finger
To show my love for all the world to see
This tiny ring is a token of tender emotion
An endless pool of love that’s as deep as the ocean
She swears to wear it with eternal devotion
That’s why I sing, because she wears my ring
Alv, la cosa saldrá adelante (que salga! que salga!) y... Elvis... ¿a mi que me suena eso de cierto post que leí en otro blog hará cosa de un año más o menos? xD
Aish, ¡qué bonito poddió poddió!
Albuerita, tu familia evoluciona, tú evolucionas. Un anillo tiene el significado que quieras darle, un día tiene el significado que quieras darle. El futuro lo escribes tú, no hace falta que sea con tu mejor letra, disfruta escribiendo tu futuro.
Huy Albuerita! He llegado hoy a tu blog, y al ver tu comentario en el post de " El Principito" he pensado en qué te habría pasado... Por la boca vive, muere y mata el pez, espero no ser insolente, pero me puede la curiosidad... ¿ Por qué no fue, si todo pintaba tan bien? Porque mezclaste lo que tú querías y lo que querían los demás, y te diste cuenta a tiempo? Porque creías que eso era lo que deseabas y viste que no era así? No creas que mis preguntas son fruto del morbo, sino de una curiosidad sana, me gustan las personas y sus historias, cuando quieren compartirlas claro... Si consideras esto una injerencia en tu vida, dímelo y yo chitón ! :D Gracias por compartir tu baúl de momentitos! Un beso pa tu almohada, que igual tenías hoy guardia y te hace falta! :)
"¿ Por qué no fue, si todo pintaba tan bien?"
Cosas de la vida, supongo.
"¿Porque mezclaste lo que tú querías y lo que querían los demás, y te diste cuenta a tiempo?"
Por desgracia no me di cuenta a tiempo. Tenía claro lo que quería: a mi novio y a mi profesión. El problema fue establecer las prioridades. ¿El amor? ¿El trabajo? Mis padres hicieron que la balanza se inclinara hacia el trabajo, a fin de cuentas, eso de sacrificarse por amor es más propio de los cuentos de hadas, que del siglo XXI ¿no? Ahora me arrepiento. Finalmente el amor triunfó y seguimos juntos, pero por culpa del trabajo, cada uno en una punta de España...
"¿Porque creías que eso era lo que deseabas y viste que no era así?"
Porque el trabajo, la vocación, es importante, pero el amor es el motor de la vida. Sin él, no era feliz; la vida era gris y oscuridad; el trabajo no es capaz de llenar tu corazón. Desde que volvimos, soy otra; él me cambia, él me completa, él me hace feliz.
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