lunes, 15 de enero de 2007

MI PRIMERA GUARDIA

Publicado por Albuerita en 21:52

Hace unas 36 horas que estoy despierta; realmente he dormido unas 3 horitas entre medias, pero bueno, el caso es que llevo unas cuantas horas en pie y ésto se debe a que ayer tuve mi primera guardia de Urgencias. Sí, sé que es algo raro que mi primera guardia sea a los casi 7 meses de empezar a trabajrar, cuando la mayoría de mis compañeros al primer mes ya andaban de cabeza con las dichosas guardias, pero algo bueno tenía que tener hacer la residencia en un centro privado ¿no?.

El caso es que ya ha pasado todo. Reconozco que no ha sido una guardia demasiado mala.Trabajo continuo pero sin grandes aglomeraciones.Únicamente he tenido 2 pacientes realmente graves, que han terminado en UCI ( no por mi culpa, ¡eh!, si no porque ya venían bastante malitos) y el resto han sido cosas banales ( gastroenteritis, faringoamigdalitis, tendinitis...). Además he contado con la inestimable ayuda de una curtidísima R1 de Medicina Interna (¡gracias bicho!), sin la cual me habría visto desbordada en más ocasiones de las que he estado. La pobre se pasó toda la mañana conmigo en Urgencias, viendo pacientes, ayudándome a tomar decisiones y tranquilizándome cuando me bloqueaba; en algún momento ha estado a punto de mandarme a la mierda, pero como buena amiga que es, ha aguantado estoicamente.

Ya me habían advertido los que han pasado por esta experiencia que a lo largo de la guardia uno tiene sentimientos encontrados y así ha sido. Nada más llegar estaba histérica perdida; mi primer día; no sabía cómo funcionaba el servicio; para colmo, al ser domingo , no contaba con residente mayor y además tenía la presión de saber que la mayor parte de los especialistas estaban tranquilamente descansando en sus casas y que una llamada mía no sería muy bien acogida. Pero bueno, era lo que había, así que hice de tripas corazón y en cuanto la enfermera me dijo dice "Dotora, tiene un paciente con tal cosa en la salita tal", cambié el chip y ¡a coger el toro por los cuernos! (con todo mi respeto hacia los pacientes). Con toda la calma y profesionlidad que pude, hice una historia clínica y una exploración general, bastante aceptables. El primer problema fue cuando de pronto salgo de la salita y la enfermera me aborda y me salta: "Doctora, ¿qué le pedimos?", ¿Perdón? ¿Qué le pedimos de qué? Momento de crisis. Afortunadamente mi querida R1 de Interna vino a socorrerme, me tranquilizó y me ayudó a decidir qué pruebas pedir ( vamos que ella me explicó razonadamente lo que haría y me convenció). Después sólo quedaba esperar a los resultados. Pero claro, en los 20 minutos que yo me había pegado de cháchara con el paciente, habían llegado 3 pacientes más, que aguardaban impacientes en la salita. Fue entonces cuando aprendí que en Urgencias uno no puede explayarse en las historias clínicas como en planta; para algo es un servicio de Urgencias ¿no?. Una vez que le cogí el tranquillo me las apañé bastante bien y a la hora de comer empezaba a sentirme orgullosa de mí misma. Todo iba llendo sobre ruedas ; si al final lo que Urgencias no iba a ser para tanto. ¡Ja! Lo que me esperaba... El caso es que comí en un cuarto de hora y volví al departamento. Para entonces, mi incansable Internista se había tenido que subir a planta a hacer sus ingresos, por lo que me encontré sola en Urgencias y comencé a sentirme bastante agobiadilla. Lo que casi me remata fue cuando al despedir de alta a un paciente, me encuentro con las enfermeras todas revolucionadas porque venía una ambulancia. No me enteré de más, sólo sabía que venía una ambulancia y aquello pintaba chungo. Como caída del cielo, la Internista apareció por allí y se hizo cargo de la situación. Una vez estabilizado volvió a irse. Una lástima porque el paciente empezó a hacer pirulas y estuvo a nada de pararse, momento en el cual, las enfermeras se hicieron cargo de la situación, mientras yo avisaba a Cardiología ( ¿no debía haber sido al revés? pues sí, pero...). Ahí, dejé de sentirme orgullosa ; me setía impotente y no me veía capacitada para desempeñar la labor que el médico de urgencias ha de realizar - "Yo no sirvo para la Medicina", "Si es que no sé nada", "Yo me he equivocado de profesión", "Que esto se acabe, que esto se acabe...". El resto de la tarde estuve bastante desanimadilla, pero entre la adrenalina y el goteo constante de pacientes tampoco había tiempo para desmoronarse del todo.Cuando fuimos a cenar, bastante tarde por cierto, ya había despachado a todo el mundo de Urgencias y no tenía nadie esperando, por lo que pasado el bache empezaba a sentirme de nuevo algo más animada; había sido resolutiva y no había hecho ninguna desgracia ¿qué más se puede pedir de una R1 en su primer día de guardia?

Después de cenar fue cuando empezó el trabajo de mi compañera de fatigas, la planta de Interna y Neumo; que si uno desatura, que si otro no quiere la BIPAP... como yo seguía con la Adrenalina por las nubes y mi compi se había chupado prácticamente mi guardia, me fui con ella de paseo por las plantas. A eso de las 3 nos fuimos a dormir y a las 5.30, ¡el puñetero busca! Haciendo un acto casi heroico, dejé dormir a mi amiga y me bajé yo solita, para encontrarme con el que sería el 2º gran susto del día: una hemorragia cerebral. Ahí de nuevo la impotencia. Veía cómo se iba deteriorando el nivel de conciencia del paciente y yo no era capaz de reaccionar hasta que la enfermera me ordenó que avisara al adjunto de guardia y al resto de especialistas que íbamos a necesitar : Neurólogo, Anestesista y Radiólogo. La verdad es que lo que hice estaba bien hecho; el paciente estaba estable y necesitábamos una prueba de imagen que confirmara el diagnóstico; lo que me deja un mal sabor de boca es que una vez más perdiera los nervios y me bloqueara. En fin, pasado el susto y una vez trasladado el paciente a la UCI, me tranquilicé y continué viendo a los madrugadores que se habían ido acumulado en la sala de espera.

Sin duda, lo mejor de todo ha sido cuando a las 9.30, han venido a relevarme y he entregado el busca. Creo que pocas veces me he sentido tan feliz, como en el instante en el que me daba cuenta de que la guardia había terminado. ¡HABÍA SOBREVIVIDO A MI PRIMERA GUARDIA! Y si habeis leido hasta aquí, vosotros tambien habeis sobrevivido a mi rollo. ¡Menudo toston! Bueno tal vez mañana saque algunas conclusiones de estas 36horas, pero ahora, me voy a la camita, que estoy muerta.

5 comentarios:

hbpsn dijo...

hola! le escribe una lectora de su blog.
casi siempre la primera guardia suele encontrarnos desconectados,pero poco a poco re-florece lo aprendido anteriormente.ademas la experiencia curte, y bastante y te das cuenta que son pocas las patologias realmente Emergencias en una guardia, y que su manejo a veces es hasta mecanico, el gran porcentaje de llamadas sirve para distraccion del R.
saludos y mucha suerte
(no tildes/teclado no bilingue)

Anónimo dijo...

Impresionante. Yo he estado siempre del otro lado, especialmente en los últimos días, con mis abuelos siempre en la cuerda floja, y es cierto que tenemos tal fé ciega en vosotros que a veces os obligamos a ser Dios. Pero creo que tienes que estar muy muy orgullosa, por estar ahí voluntariamente, por estar del otro lado.

Manu dijo...

Bueno que sepas que al lectura de tu post no ah sido un tostón, además simepre me ah gustado al medicina aunque al final haya sido profesor jejeje.Suerte en asl proximas y un beso.
P.D.: Visita http://www.portadatv.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Ole, ole y ole, ¡ha sobrevivido a su primera guardia!. ¡¡¡Pos claro, guapa!!! ¿qué esperabas?. Confiamos más en ti los demás que tú misma... Aayyyy...

Y por lo del tocho... yo he sobrevivido a tu post y soy hipocondriaca perdida, así que no creo que a los demás les pase nada. Si no tú los reanimas ¿no? xD

Alberto A-P dijo...

Bueno, lo importante es que hayas aprendido medicina y a confiar en ti misma. Ya ha pasado, has sobrevivido y los pacientes también :)

¡¡FELICIDADES!!

 

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