Aviso: Este post no tiene nada que ver con la película de la que he tomado prestado el título, así que si algun@ está esperando una reflexión, crítica o lo que sea de dicha película que deje de leer el post y siga buscando en google ( ya lo siento).
Una vez dado el aviso, prosigamos. "Mi vida sin mí". He elegido esta cabecera para el post, porque me viene al pelo para describir lo que están siendo estas últimas semanas de mi vida. Y es que desde que comenzara a hacer guardias de Hematología, no vivo, osea vivo pero sin mí. No tengo vida propia, no tengo tiempo para mí, ni para mis amigos, ni para mi familia. Hace 3 semanas que no voy al supermercado, de hecho ahora mismo, a las 0h, estoy cenando una bolsa de patatas fritas, que es lo único comestible que tengo en casa. Mi día transcurre íntegramente en el hospital, de 8 de la mañana a 10-11 de la noche. Y además en el poco tiempo que tengo de descanso ( lo justo y necesario para dormir) no hay manera de que el busca permanezca más de 3 horas sin sonar. Sé que suena muy poco creible, pero doy fe de que no estoy exagerando, ¡esto es un infierno!
Hace unos días un paciente que me llevaba viendo en la clínica día y noche me preguntó si estaba casada (curiosillo el hombre). Me quedé un poco perpleja, y le dije: "No, hombre, no; qué marido iba a aguantar esto". A lo que él me dijo: "Si por eso lo decía doctora. Se pasa aquí todo el día. Su marido debería ser un santo". Pues no, afortunadamente no tengo marido del que preocuparme y además, creo que a día de hoy los santos escasean. De todas formas , si alguien conoce a alguno ¡que me lo presente!
Lo único que me consuela de todo esto, además de pensar que es pasajero, es que al menos las horas invertidas sirven de algo, y no me refiero sólo en plan médico, sino que creo que mi estancia en el hospital ayuda a la gente. Que ese mismo paciente que me interrogaba acerca de mi posible cónyuge, se refiera mí como su "angel de la guarda", es algo que además de enternecerme me llena de orgullo y me hace sentir útil.
Aún así, necesito unas vacaciones.
Una vez dado el aviso, prosigamos. "Mi vida sin mí". He elegido esta cabecera para el post, porque me viene al pelo para describir lo que están siendo estas últimas semanas de mi vida. Y es que desde que comenzara a hacer guardias de Hematología, no vivo, osea vivo pero sin mí. No tengo vida propia, no tengo tiempo para mí, ni para mis amigos, ni para mi familia. Hace 3 semanas que no voy al supermercado, de hecho ahora mismo, a las 0h, estoy cenando una bolsa de patatas fritas, que es lo único comestible que tengo en casa. Mi día transcurre íntegramente en el hospital, de 8 de la mañana a 10-11 de la noche. Y además en el poco tiempo que tengo de descanso ( lo justo y necesario para dormir) no hay manera de que el busca permanezca más de 3 horas sin sonar. Sé que suena muy poco creible, pero doy fe de que no estoy exagerando, ¡esto es un infierno!
Hace unos días un paciente que me llevaba viendo en la clínica día y noche me preguntó si estaba casada (curiosillo el hombre). Me quedé un poco perpleja, y le dije: "No, hombre, no; qué marido iba a aguantar esto". A lo que él me dijo: "Si por eso lo decía doctora. Se pasa aquí todo el día. Su marido debería ser un santo". Pues no, afortunadamente no tengo marido del que preocuparme y además, creo que a día de hoy los santos escasean. De todas formas , si alguien conoce a alguno ¡que me lo presente!
Lo único que me consuela de todo esto, además de pensar que es pasajero, es que al menos las horas invertidas sirven de algo, y no me refiero sólo en plan médico, sino que creo que mi estancia en el hospital ayuda a la gente. Que ese mismo paciente que me interrogaba acerca de mi posible cónyuge, se refiera mí como su "angel de la guarda", es algo que además de enternecerme me llena de orgullo y me hace sentir útil.
Aún así, necesito unas vacaciones.
5 comentarios:
Hija míaaaaa ¡come un poquito! que van a tener que pasar los pacientes dos veces por tu lado para verte... xD
Desde luego, como no te vayas a hacer la compra a un 24 hs... porque cuidado con las horas que te dan allí...
Es curioso, pero yo llevo tres semanas con un horario totalmente diferente al mio habitual, y sin embargo totalmente comvencional (9-17) y no tengo tiempo para mi...
Animo, creo que será cuestión de adecuarse... o morir en el intento, jajaja.
1beso
No vives sin tí guapísima.Todo lo que te está pasando hace remover pensamientos y sentimientos.Tu ego está muy equilibrado.Tu vida profesional va viento en popa y tu interior pienso que también.Además nena como se dice por ahí: TÍA QUE TÚ VALES MUCHO.
Madre mía!!!
Aún no he empezado a trabajar de MIR, empiezo esta semana xo ya me has acojonado...
Saludos.
Te he mandado por SEUR un carrito de la compra de Mercadona...llenito de comida fresca y apetitosa pues yo no soportaría mi vida sin tí( eh! eh! sin tus post claro)
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