
Se debe representar el infierno como un estado en el que todo el mundo está perpetuamente pendiente de su propia dignidad y de su propio enaltecimiento, en el que todos se sienten agraviados, y en el que todos viven las pasiones mortalmente serias que son la envidia, la presunción y el resentimiento.
C.S.Lewis, Cartas del diablo a su sobrino.
Nunca me había dado cuenta, pero vivo en mi propio infierno...
( Que conste que no es una reflexión pesimista, sino una oportunidad de cambiar mi planteamiento vital)
( Que conste que no es una reflexión pesimista, sino una oportunidad de cambiar mi planteamiento vital)
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