Pantalla en negro
Hace 13 años
miércoles, 25 de junio de 2008
martes, 17 de junio de 2008
Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que, constante y paciente, la sostiene en la sombraGracias por sostenerme.Rabindranath Tagore
domingo, 1 de junio de 2008
MOMENTO DE CAMBIO
Hace siglos que no venía por aquí. Casi, hasta me siento extraña... Pero es que ha pasado mucho tiempo (¿ 20 días es mucho tiempo?). Vale, 20 días es poco tiempo, pero desde que escribí un post en condiciones, uno de esos largos, en los que doy pelos y señales de lo remotamente mal que va mi vida, de esos, hace tiempo que no escribo; y es que, o bien no me van tan mal las cosas como entonces, o he aprendido a encajar los golpes que da la vida, sin perder el equilibrio.
Ciertamente , en este tiempo, me han pasado cosas muy buenas, cosas buenas, cosas regulares y cosas malas, pero afortunadamenete las buenas han superado las malas con creces. Así que el motivo de "reabrir" el blog (aunque nunca estuvo cerrado) , es que algo grandioso ha ocurrido en mi vida, y ya está bien de contar desgracias ¿no?
Como ya se intuía, porque creo que nunca lo declaré a los cuatro vientos, hace ya casi un año que volví con mi chico ( sí, el que me regaló el famoso anillo). Desde entonces hemos ido muy despacito, limando las asperezas que durante un tiempo nos separaron y construyendo nuevos cimientos , esta vez, de hormigón ( los anteriores no sé de qué estaban hechos, pero se tambalearon demasiado). Todo iba genial, pero como siempre en esta vida llegó el momento más temido por la que escribe... el momento del cambio. "Sí, estamos muy bien juntos, pero hay que cambiar, evolucionar, dar un paso más". No es que se planteara así, pero cuando uno dice: " Vayámonos a vivir juntos!" o "¡Casémonos!" o "¡Hagamos una cuenta conjunta!", o todo a la vez, su subconsciente estás diciendo: " Es tiempo de cambio, amigo"
Así que llegó nuestro momento de cambio y no, no hubo más anillos, ni mudanzas repentinas (más que nada porque la distancia no lo permite), ni cuentas en común. ¿¿¿Entonces??? Decidimos buscar piso. La cosa era genial; había un nuevo reto, y el cambio se intuía lejano. ¿Quién encuentra el piso perfecto en menos de 6 meses, cuando no urge? ¡¡¡NOSOTROS!!! Sí, lo que comenzó siendo una inocente actividad más, en nuestros ratos libres ( largas tardes en internet, paseos por Madrid cada vez que yo iba a verle...), se convirtió en...una pesadilla, ya que a los pocos días ... ¡habíamos encontrado el piso! No nos lo podíamos creer. El 4º piso que se veía, resultó que reunía TODO lo que queríamos.
La verdad es que creo que yo me lo tomé excesivamente bien. Me parecía genial y los problemas que mi chico veía, a mí me parecían nimiedades. Lo importante era que habíamos encontrado NUESTRO piso, así que ¿qué más daba la hipoteca, la obra, los muebles, el papeleo? El problema es que sí que da, pero en el momento, lo único que me importaba es que nuestro proyecto juntos iba "viento en popa a toda vela".
Nuestros padres vieron el piso y todos estuvieron de acuerdo en que debía ser NUESTRO. Así que ayer mismo se firmaron los papeles, y de pronto, como un jarro de agua fría, todo lo que mi chico había estado argumentando para justificar su nerviosismo, se hizo patente. ¿Qué hipoteca es la mejor? ¿A cuántos años? ¿ Cómo la vamos a pagar? ¿Qué va a pasar con mis caprichos mensuales? ¿Y nuestros viajes a Hoteles de 5 estrellas? ¿Vamos a hacer obra? ¿Y cómo vamos a escoger los azulejos, los muebles de cocina, los colores de la casa... si yo estoy a 600Km de distancia? ¿Y cómo vamos a pagar un a obra? ¿ Y los muebles? ¿Cómo y dónde elegirnos? ¿Y cómo pagarlos? ¿Y si yo quiero una cosa y mi chico quiere otra? ¿Y si no nos ponemos de acuerdo y nos peleamos? ¡¡¡¡AAAAAAAAAHHHHHH!!!!
Respiré hondo y le llamé. Como una energúmena y apenas sin respirar le solté todas mis preguntas. Afortunadamente, cuento con el mejor chico del mundo (al menos para mí) y supo cómo tranquilizarme. Como siempre hace, me ayudó a ver el grano de arena que yo había convertido en una inmensa montaña. Y de pronto todos los miedos desaparecieron, dando lugar a una extraña mezcla de calma y excitación.
Y esto es todo. Creo que como futura Co-propietaria de un fabuloso pisito en Madrid era mi deber contar esta historia (vamos que me apetecía). Sé que habrá momentos de agobios, económicos y no económicos; sé que discreparemos en muchas cosas y sé que no todo será tan divertido como me gustaría, pero sé que tengo a mi lado a la persona idónea y que nuestro proyecto en común...progresa adecuadamente ( como las notas de antaño).
Ciertamente , en este tiempo, me han pasado cosas muy buenas, cosas buenas, cosas regulares y cosas malas, pero afortunadamenete las buenas han superado las malas con creces. Así que el motivo de "reabrir" el blog (aunque nunca estuvo cerrado) , es que algo grandioso ha ocurrido en mi vida, y ya está bien de contar desgracias ¿no?
Como ya se intuía, porque creo que nunca lo declaré a los cuatro vientos, hace ya casi un año que volví con mi chico ( sí, el que me regaló el famoso anillo). Desde entonces hemos ido muy despacito, limando las asperezas que durante un tiempo nos separaron y construyendo nuevos cimientos , esta vez, de hormigón ( los anteriores no sé de qué estaban hechos, pero se tambalearon demasiado). Todo iba genial, pero como siempre en esta vida llegó el momento más temido por la que escribe... el momento del cambio. "Sí, estamos muy bien juntos, pero hay que cambiar, evolucionar, dar un paso más". No es que se planteara así, pero cuando uno dice: " Vayámonos a vivir juntos!" o "¡Casémonos!" o "¡Hagamos una cuenta conjunta!", o todo a la vez, su subconsciente estás diciendo: " Es tiempo de cambio, amigo"
Así que llegó nuestro momento de cambio y no, no hubo más anillos, ni mudanzas repentinas (más que nada porque la distancia no lo permite), ni cuentas en común. ¿¿¿Entonces??? Decidimos buscar piso. La cosa era genial; había un nuevo reto, y el cambio se intuía lejano. ¿Quién encuentra el piso perfecto en menos de 6 meses, cuando no urge? ¡¡¡NOSOTROS!!! Sí, lo que comenzó siendo una inocente actividad más, en nuestros ratos libres ( largas tardes en internet, paseos por Madrid cada vez que yo iba a verle...), se convirtió en...una pesadilla, ya que a los pocos días ... ¡habíamos encontrado el piso! No nos lo podíamos creer. El 4º piso que se veía, resultó que reunía TODO lo que queríamos.
La verdad es que creo que yo me lo tomé excesivamente bien. Me parecía genial y los problemas que mi chico veía, a mí me parecían nimiedades. Lo importante era que habíamos encontrado NUESTRO piso, así que ¿qué más daba la hipoteca, la obra, los muebles, el papeleo? El problema es que sí que da, pero en el momento, lo único que me importaba es que nuestro proyecto juntos iba "viento en popa a toda vela".
Nuestros padres vieron el piso y todos estuvieron de acuerdo en que debía ser NUESTRO. Así que ayer mismo se firmaron los papeles, y de pronto, como un jarro de agua fría, todo lo que mi chico había estado argumentando para justificar su nerviosismo, se hizo patente. ¿Qué hipoteca es la mejor? ¿A cuántos años? ¿ Cómo la vamos a pagar? ¿Qué va a pasar con mis caprichos mensuales? ¿Y nuestros viajes a Hoteles de 5 estrellas? ¿Vamos a hacer obra? ¿Y cómo vamos a escoger los azulejos, los muebles de cocina, los colores de la casa... si yo estoy a 600Km de distancia? ¿Y cómo vamos a pagar un a obra? ¿ Y los muebles? ¿Cómo y dónde elegirnos? ¿Y cómo pagarlos? ¿Y si yo quiero una cosa y mi chico quiere otra? ¿Y si no nos ponemos de acuerdo y nos peleamos? ¡¡¡¡AAAAAAAAAHHHHHH!!!!
Respiré hondo y le llamé. Como una energúmena y apenas sin respirar le solté todas mis preguntas. Afortunadamente, cuento con el mejor chico del mundo (al menos para mí) y supo cómo tranquilizarme. Como siempre hace, me ayudó a ver el grano de arena que yo había convertido en una inmensa montaña. Y de pronto todos los miedos desaparecieron, dando lugar a una extraña mezcla de calma y excitación.
Y esto es todo. Creo que como futura Co-propietaria de un fabuloso pisito en Madrid era mi deber contar esta historia (vamos que me apetecía). Sé que habrá momentos de agobios, económicos y no económicos; sé que discreparemos en muchas cosas y sé que no todo será tan divertido como me gustaría, pero sé que tengo a mi lado a la persona idónea y que nuestro proyecto en común...progresa adecuadamente ( como las notas de antaño).
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